Nos encontramos en una transición hacia un nuevo paradigma del trabajo, influenciado por un mundo hiperconectado y global, en el que surgen nuevas creencias sobre qué es el trabajo y cómo debe realizarse.
En este escenario, Lynda Gratton, catedrática de práctica directiva en la London Business School, en su obra “Prepárate: el futuro del trabajo ya está aquí”, identifica tres recursos clave que determinarán el desarrollo de nuestra vida laboral.
Capital intelectual: De generalista superficial a experto interdisciplinario
Hace referencia a los conocimientos, aprendizajes, habilidades, experiencia… El éxito profesional dependerá de nuestra capacidad para construir el capital intelectual que nos permitirá generar un valor añadido. Para ello es necesario cambiar la manera de gestionar este capital intelectual.
Hasta ahora el enfoque estaba centrado en desarrollar perfiles generalistas, pero este modelo ya no funciona en un mundo en el que cada vez resulta más difícil destacar, en el que podemos encontrar y conectar con multitud de personas que tengan los mismos conocimientos que nosotros y en el que además gracias a las nuevas tecnologías tenemos acceso a todo tipo de conocimiento. La clave para sobresalir es la especialización, el conocimiento general ya no tiene valor, el factor diferencial radica en conseguir la profundidad de conocimiento, y no sólo en un ámbito, sino en varios, ya que seguramente a lo largo de nuestra vida laboral nos dedicaremos a ámbitos diversos, puesto que nuestras vidas laborales se alargan y algunos ámbitos de conocimiento pueden quedar obsoletos, pueden perder valor o simplemente deseemos cambiarlos.
Para elegir nuestros ámbitos de especialización deberemos tener en cuenta:
- Identificar las competencias que sean más valiosas: aquellas que crean valor, son escasas y además difíciles de imitar.
- Escoger aquellas que nos apasionen. Una vida laboral no tiene sentido si no hacemos aquello por lo que sentimos una verdadera vocación.
- Profundizar en su conocimiento, como lo hacía el artesano con su trabajo.
- Estar dispuestos a cambiar de áreas de especialización, transformarnos y evolucionar.
Capital social: De competidor aislado a enlace innovador
Hace referencia a la suma de todas nuestras relaciones, a la capacidad de desarrollar y mantener redes de contactos. La profundidad y amplitud de estas redes son claves en el futuro del trabajo, por eso es necesario saber desarrollarlas.
Nuestra especialización en un ámbito depende de nuestra habilidad personal y del desarrollo del conocimiento de manera colectiva. Desaparece la figura del empleado aislado y competitivo, para dar lugar a la colectividad conectada e innovadora. Es necesario destacar en nuestro ámbito de conocimiento pero conectados con personas con las que creamos valor de manera conjunta. Es importante crear una comunidad de ideas que nos ayude a innovar, nos de feedback y nos apoye, con la que cooperamos y en la que confiamos.
Capital emocional: De consumidor voraz a productor apasionado
Hace referencia a la capacidad de autoconocimiento, la necesidad de reflexión sobre las elecciones que hacemos, la capacidad de flexibilidad y la resistencia emocional.
La esencia de este recurso radica en la posibilidad de transitar de una vida laboral basada en una mera transacción de trabajo por dinero, hacia una vida laboral con sentido, que nos apasione y a través de la cual podamos vivir experiencias realmente transformadoras. Se trata de obtener una vida laboral sana, equilibrada y con sentido.
Debemos estar preparados para decidir qué tipo de vida laboral queremos llevar a cabo, y esto no es sencillo, seguramente la decisión que tomemos nos llevará a tener que decir que no a muchas cosas, lo que nos puede generar sentimiento de culpabilidad y ansiedad; pero debemos estar dispuestos a afrontarlo y prepararnos para elegir por nosotros mismos. Debemos diseñar un futuro basado en aquello que valoramos y estar dispuestos a luchar por aquello que es importante para nosotros. No hay nada que nos genere más satisfacción y bienestar que vivir de acuerdo a nuestras ideas y valores.