Dedico este post a los líderes VALIENTES. No hablo de valentía entendida como la capacidad para asumir grandes riesgos, liderar un cambio, ni afrontar decisiones difíciles. Hablo de la valentía de la humanidad y el sentido común, la valentía de caminar con el corazón al descubierto.
Hablo de aquellos líderes que no han sido promocionados exclusivamente por aquello que saben y por su buena labor a lo largo de los años; sino porque realmente se ha visto en ellos el arte de gestionar personas. Sí, hablo de ARTE porque gestionar personas es una cosa seria, que debe ser tratada con la responsabilidad y al nivel que se merece.
Los departamentos de recursos humanos hacen inversiones importantes en programas de nivel para el desarrollo directivo año tras año tratando de implementar las últimas novedades en materia de management, pero obteniendo unos resultados que difícilmente llegan a compensar el esfuerzo destinado.
Menos teoría y más actitud.
Los líderes valientes no son aquellos que dicen “esta persona no sirve”, “este no me vale”, “la organización no le compromete”…; sino que se cuestionan qué responsabilidad tienen ellos. No esperan tener personas de talento innato, sino que se encargan ellos mismos de detectar y hacer aflorar el talento oculto que la mayoría de veces pasa desapercibido. ¿Cómo? Trabajando con su gente, indagando, colaborando, mostrando un interés genuino por esas personas. Las cosas importantes no se ven tras la mesa de un despacho.
La responsabilidad sobre la gestión de su equipo la sienten propia, no llaman a la puerta de recursos humanos diciendo “es vuestro problema y vuestra responsabilidad, soluciónalo”; sino que acuden a pedir ayuda, asesoramiento y orientación para afrontarlo, esa es su verdadera función.
Hablo de aquellos que no necesitan sirvientes, sino que se ponen al servicio de su propia gente.
Simplemente hablo de héroes cotidianos, llenos de arañazos. Dispuestos a bajar a la trinchera y jugársela, no se encuentra un valiente con el traje impecable. Aquellos que son capaces de hacer que te enamores de tu trabajo, que conectan corazón con su gente, de persona a persona.